Embarazada a los 17.

-¿Diga?

-¿Alba?  –susurra una tímida voz al otro lado de la línea.

-¿Quién es? –por mucho que piensa no reconoce la voz, está demasiado cansada y adormilada.

-Sé que es pronto, pero necesito ayuda y no sabía a quién mas llamar, soy Sofía.

-No llores, ¿qué te ha pasado?, ¿dónde estás? –pregunta Alba alarmada y reaccionando mientras se incorpora de la cama.

-¿Esta Harry contigo?

-No –miente al girar la cabeza y ver al chico de pelo rizado dormido a su lado.

-Me gustaría que no se enteraran ninguno de los chicos –concreta Sofía al darse cuenta de que Alba ha tardado demasiado en contestar como para que lo que ha dicho suene cierto.

-Espera un  momento –la chica se levanta con suavidad de la cama para que los muelles no chirríen y anda de puntillas por toda la casa para no despertar a nadie-. Ya esta, dime.

-Estoy embarazada –suelta de sopetón.

-¿¡Qué!?

-Me acabo de hacer la prueba.

-¿De Niall?

-¡Claro que de Niall! –contesta indignada Sofía.

-Perdona –Alba se apoya en la barandilla del porche y ver la lluvia caer, la primera vez desde que están en Sídney.

-Me han dicho que las pruebas no son totalmente fiables, espero que de negativo.

-¿Puedes venir?  Lo solucionaremos mejor si estamos juntas, por teléfono es complicado.

-¿Y Harry?

-Podrá guardar el secreto.

-¿Otro más? –Alba suspira y enreda entre sus dedos uno de sus rizos negros, jugueteando con él, evitando contestar-. Ya sabes que lo de los secretos no acaba bien.

-Voy a despertar a todo el mundo, ven cuando puedas.

-¿A dónde vas? –pregunta Niall levantando un poco la cabeza de la almohada, con todo el pelo revuelto y la voz aun ronca al ver salir a Sofía del baño y ponerse unos pantalones limpios.

-He quedado con Alba, ¿no querías que nos hiciésemos amigas? –susurra acercándose a él y con una sonrisa, intentando disimular su nerviosismo.

-Vale -contesta el girándose para volver a dormirse. Teniendo en cuenta cómo llevan su relación, mientras le deje descansar, le da bastante igual a donde vaya tan temprano.

-¿Qué quieres? –gruñe Marina después de que Alba la haya zarandeado varias veces para despertarla-, ¿qué hora es?

-Las nueve, Sofía está embarazada –la chica de pelo negro sale rápida de la habitación, aun le queda Miranda.

-¿Puedes repetir? –pregunta Marina persiguiéndola aturdida por el pasillo.

-Lo que has oído.

-¡¿Cómo que está embarazada?!

-Joder, no vengáis a gritarme a la oreja –se queja Miranda removiéndose debajo de sus sabanas.

-¿No lo has oído? –pregunta Marina abolillandose a los pies de la cama- Sofía está embarazada.

-¿Quién te ha dado permiso para acurrucarte conmigo?

-Solo te estoy robando un hueco, borde.

-¿Os podéis concentrar?

-¿Qué pasa? –pregunta Harry revolviéndose los rizos y apoyándose en el marco de la muerta. Esta tan dormido como Miranda.

-Tienes que guardarme un secreto.

-¿Otro más Alba? –Marina baja la mirada al ver que el chico, aunque no se dirige a ella le mira fijamente.

-Sofía está embarazada.

-De Niall, supongo.

-Sí, claro –Harry abre mucho los ojos, por fin están todos despiertos.

-Voy a hacer el desayuno.

-Prepara para Sofía, llegara en un momento –le indica Alba a Marina que asiente y baja apresurada a la cocina, incomoda con la conversación.

-¿Podrías no ser tan borde con ella?

-¿A qué te refieres? –pregunta Harry abrazando a Alba.

-Aun no ha superado lo de Louis, deberíamos dejar de hablar sobre ello.

-Lo siento cariño –Harry le da un beso y Alba se relaja, hasta que el timbre suena y se acuerda de Sofía.

-¡Abro yo! –grita Marina desde abajo.

-Hola, siento venir tan temprano.

-Alba nos lo ha contado –y sin que nadie pueda evitarlo Sofía se echa a llorar, abrazándose a Marina que le corresponde con dificultad al tener la jarra del café en una de las manos.

-No sé qué hacer.

-Lo primero es desayunar, yo no sé pensar con el estomago vacio –con dificultad Marina sonríe, sabe que la situación es complicada, pero hay que tranquilizarse.

-Gracias –Sofía agarra la taza que la chica le tiende y sorbe con la nariz, evitando volver a llorar.

-Las pruebas no son cien por cien precisas, lo sabes, ¿verdad?

-Sí, pero es más probable que falle dando negativo, el positivo es casi un cien por cien exacto.

-¿Qué vas a hacer? –pregunta Miranda uniéndose a la conversación.

-Decírselo a Niall, ¿no?

-No puedo.

-Sofía, tiene que saberlo.

-Marina no es tan fácil.

-Niall tiene que saberlo.

-¿Y qué le digo?

-Que estas embaraza.

-No para todo el mundo es tan sencillo decir las cosas así –dice Alba sentándose junto a ellas.

-Me puedes explicar que quieres decir con “así”

-Tal como las piensas, es una situación delicada, deja que se lo piense –Marina chasquea la lengua irritada, coge la taza de su cola-cao y sale al porche.

-¿Qué pasa ahora?

-Lo siento, no quería molestar.

-No es culpa tuya, desde de lo de Eleanor saltan la una contra la otra cada dos por tres.

-Lo siento.

-Da igual –Marina suspira y tiende una mano fuera del porche que se moja por las gotas.

-En serio, siento habértelo recordado, siento haber dejado que él te engañara así y siento que estés sufriendo tanto.

-Alba, se que cometí un error diciendo todo lo que pensaba de esa manera y haber salido corriendo, pero, ¿qué hubieras hecho tu?

-No lo sé.

-Soy así, digo las cosas que pienso, y creo que Sofía debería decírselo a Niall.

-Siento lo de Louis.

-Todos pensáis que soy la mala, y no lo  entiendo.

-Yo no creo que seas la mala. Pero sí creo que te equivocas, Louis te quiere, más de lo que demuestra o de lo que él incluso cree.

-Dejémoslo –pide forzando una sonrisa-, ¿tú crees que debería saberlo?

-Sí, pero deja que ella se dé cuenta por sí misma. En menos de un día Niall estará al corriente de todo.

-Es lo mejor, no puede abortar sin decírselo a él.

-Igual no quiere abortar.

-También es decisión de los dos, un hijo es un hijo.

-Mira que llamarme a mi -Marina se encoje de hombros y mira a su amiga.

-Ninguno aquí la soportamos, pero vamos a tratarla lo mejor posible. No por ella, por Niall y el supuesto bebe.

-¿Vuelves dentro?

-Un minuto, ya voy –Alba asiente, le da un abrazo y vuelve a la cocina.

-¿Qué tal esta?

-Está mejor que hace una semana, pero no del todo. No acaba de ser la misma.

-Es normal, Louis esta igual, ya ni bromea –Harry sirve café a Alba que se sienta alrededor de la mesa con los demás.

-¿Cómo crees que se lo tomara Niall?

-Primero hazte la prueba otra vez, luego hablamos de avisar a Niall –aconseja Harry.

-¿Cuánto tiempo de retraso?

-Una semana.

-Tampoco es tanto, puede que haya sido un error de la prueba.

-Esperemos.

Louis después de pasar una noche horrible dando vueltas en su cama y pensando en Marina decide levantarse e ir a la habitación de Harry, necesita hablar con él.

-Harry, ábreme anda –al ver que al cabo de un rato de tocar la puerta nadie contesta piensa que estará en casa de las chicas. Así que se arregla, coge las llaves del coche y se dirige hacia allí.

-¿Tienes más pruebas?

-Una más, ¿valdrá?

-Sera mejor que te hagas dos, si la siguiente da negativo tendremos que tener otra para contrastar –sugiere Miranda.

-Es lógico.

-Pues voy a la farmacia a por la prueba de embarazo y así antes acabamos con todo esto.
-Te acompaño
-No, mejor quédate aquí en casa, por si pasa algo.
-¿Pero qué puede pasar? -pregunta Miranda.
-No se igual empiezas a discutir Marina y tu, así que si se queda Harry os podrá calmar
-¡Genial! Me toca el papel de calmar a las personas, aunque no las entienda cuando discuten –bromea el chico.
-Bueno no te quejes tanto, que tendrás tu recompensa –Alba le da un beso y va a salir cuando se acuerda de preguntar-. ¿Alguien quiere algo más?
-Umm espera que piense... Si un helado de chocolate –pide Marina entrando desde el porche, con lo que todos se ríen.
-¿Qué plan había para hoy? –pregunta Harry para hablar de algo y distraer a Sofía.

-Yo quería dormir hasta tarde, pero con esto.

-¡Marina! –exclama Miranda llamándole la atención.

-¿Qué?, si no he dicho nada malo.

-Perdona, supongo que estas cansada.

-¿Has pensado en presentarte a Teen Mom?

-¡Joder hija que tacto tienes!

-No os peléis por favor –pide Harry.

-¡Era una broma mujer! -dice Marina.

-En el fondo ha tenido su gracia –ríe la chica intentando relajarse-, tienes un humor peculiar.

Entre conversaciones sin sentido y gritos de Miranda el tiempo pasa rápido y Alba, por suerte, no tarda en estar de vuelta.

-Ya he llegado, he tenido suerte, había una farmacia cerca.

-Menos mal, pensé que acabarían matándose –bromea Harry.

-Que exagerado.

-Si hemos sido buenas.

-¿Esperáis a alguien? –pregunta el chico al oír el inesperado timbre.

-No que yo sepa –Alba se levanta y abre la puerta curiosa, desde luego sin esperar encontrarse a un empapado Louis Tomlinson.

-Hola, ¿puedo pasar?

-Claro.

El chico se dirige a la cocina de donde provienen las voces de sus amigos, que se cayán repentinamente al verle entrar, tan sorprendidos como Alba.

-Buenos días.

-Hola tío, ¿qué tal?

-Mojado –intenta bromear, aunque todos notan lo forzada que es su sonrisa.

-Genial, el que faltaba –gruñe Marina saliendo al porche, Louis va a ir tras ella cuando se da cuenta de que es lo que Alba tiene en las manos.

-¿Qué habéis hecho?, ¿no sabes que existen los condones Harry?

-No es lo que piensas.

-No es para mí –dice Alba pasándole las pruebas a Sofía.

-¿Nuestro dulce Niall va a ser papá?, ¿y no nos lo cuenta?

-No lo sabe.

-Pues debería, en una pareja hay que ser sinceros.

-JA-JA –se oye una risa amarga y sarcástica desde fuera.

-Voy a hablar con ella –todos los presentes asienten y contienen la respiración por un momento, lo que viene no va a ser precisamente bonito.

-¿Qué tal si vamos al salón? –propone Alba.

-Sí, así no se oirán los gritos.

-Hace frio.

-Estoy acostumbrada –contesta la chica sin volverse acurrucada en una de las mecedoras, concentra en la lluvia.

-¿Qué tal estas?

-No me apetece fingir que te tolero, así que hazme un favor y piérdete.

-Te echo de menos.

-Vaya, que pena me das.

-Deja de ser sarcástica por un momento y escúchame.

-¿Por qué debería hacerlo? –pregunta levantándose para apoyarse junto a él en la barandilla.

-Por favor –Louis se detiene a esperar un reproche pero al ver que ella se queda callada decide aprovechar la oportunidad-. Echo de menos tu risa, tus manos alrededor de mi cuello, y tus manos a secas, tus dedos finos, esos que siempre tengo miedo de aplastar, parecen tan delicados. Tus ojos y todo lo que dejas ver a través de ellos,  el ceño fruncido, tus comentarios sarcásticos y lo borde que te pones al despertarte. Tu cara inocente y despreocupada cuando lees, los rizos enredados por un día de playa e incluso tu cara a la noche en mi almohada–El chico suspira y se fija en la expresión de Marina, que intenta parecer impenetrable-. Pero sobre todo echo de menos esto.

Sin darle tiempo a moverse le agarra suavemente de la cadera y la pega a él, robándole un beso más largo de lo que se esperaba. Nota su corazón latir, más acelerado que de costumbre, esperando un empujón por parte de ella que nunca llega.

-Odio que me robes besos.

-¿Cuándo vas a aprender que yo voy a seguir haciéndolo? –Marina no puede evitar sonreír, aunque solo sea con una media sonrisa.

-Creo que en estos días me he dado cuenta de lo mucho que me gusta estar contigo.

-¿Has dejado a Eleanor? –La chica lo mira fijamente, la pregunta le ha pillado por sorpresa. Ella se ríe ante el repentino silencio y se vuelve a concentrar el la lluvia-. No, claro que no.

-No puedo.

-Lo que no puedes es pretender que yo corra a tus brazos cada vez que dices algo bonito. Louis no me fio de ti, y jamás podre volver a confiar como antes. Deberías saber que no soy la clase de chica que se deja engañar dos veces.

-Pero…

-Te agradecería que me dejas en paz porque no soy uno más de tus caprichos.

-Ya lo sé.

-No, no lo sabes, sino no estarías aquí –Marina nota como las lágrimas amenazan por salir, así que decide concentrarse para mantenerse firme-. Te quedan unas semanas en Sídney, disfruta de la playa, del surf y de lo que te dé la gana, luego vuelve a Londres y visita a tu novia, sigue con tu carrera y haz como si yo no hubiese existido, yo hare lo mismo contigo.

La chica zanja la conversación recogiendo la taza y volviendo a la cocina, dejándole solo con sus pensamientos.

-El problema está en que no puedo hacer como que no has existido –susurra el observándola desaparecer escaleras arriba.

-Sofía ya sé que no quieres contárselo a Niall, pero creo que Louis tiene razón –dice Alba sentándose junto a ella en el sofá del salón.
-Deberías llamarle.
-De acuerdo –cede la chica agarrando el teléfono que Harry le tiende.
Sofía marca el teléfono pero cuando va a dar a la tecla de llamar se arrepiente y lo deja sobre la mesa.
-No, no puedo llamarle.
-No te preocupes, si quieres le podemos llamar nosotros para que venga, pero luego se lo tendrás que contar tu.
-Si, mejor. Gracias.
-Deberías tumbarte en el sofá e intentar descasar o si quieres subir a una de las habitaciones –ofrece Miranda al ver la cara de cansancio de la chica y obligándose a ser amable.
-No hace falta, ya me quedo aquí en el sofá.
-Toma una manta, por si tienes frio.
Las dos amigas y el chico salen del salón y se dirigen a la habitación de Alba para no hacer ruido.

-¡Genial! menudo día que llevamos –dice Miranda dejándose caer sobre la cama de su amiga.
-Y solo acabamos de empezar, espero que solo sea un susto –añade Alba dejándose caer junto a ella.
-Si yo no veo a mi dulce duendecillo siendo papá.
-Creo que el que tiene que llamar a Niall eres tú Harry.
-¿Y por qué no tu?
-Miranda tiene razón, tú tienes más confianza con el –el chico suspira, con desgana acaba marco el numero de la habitación de su amigo.

-¿Si? –contesta Niall medio dormido.
-Soy Harry. ¿Aun estas durmiendo?
-Hasta hace dos segundo si, son solo las 10:30
-Solo dice. Yo llevo desde las nueve levantado.
-¿Y eso? ¿Qué te ha pasado?
-Nada es que no me apetecía dormir mas –miente.
-¿Puedes venir a la casa de las chicas?
-¿Por?
-Por nada en particular, es que estamos todos aquí y Sofía quiere que vengas.
-De acuerdo, me visto desayuno y voy.
-No, no hace falta que desayunes ya desayunaras aquí, cuanto antes vengas mejor.
-¿Seguro que no pasa nada?
-No, nada, lo siento tengo que dejarte que se me acaba la batería.
-Adi... –y Harry cuelga antes de que le dé tiempo a hablar más.

-A sí que se te acaba la batería.

-Y yo que no sabía que a los teléfonos fijos se les podía acabar la batería.

-Muy graciosas las dos, solo quería que dejase de hacer preguntas. Ya viene, problema resuelto.

-A medias, solo está resuelto a medias –la conversación se interrumpe cuando Marina llega al piso de arriba y se encierra en su cuarto.

-Menudo portazo –susurra Harry.

-Voy a ver qué tal esta.

-¿Puedo pasar? –pregunta Alba asomando la cabeza tras la puerta medio abierta.

-Si –gimotea sin volver la cara, tumbada en la cama.

-Anda ven aquí –la chica le tiende sus brazos y Marina se echa a llorar-. Échalo todo, no te quedes nada dentro.

-Por un momento pensé que le perdonaría, pero no puedo.

-¿Cómo ha ido tío? –pregunta Harry sentándose en la cocina junto a Louis.

-¿No has oído el portazo?

-La quieres y todos lo sabemos.

-Sí.

-Deja a Eleanor.

-No puedo –Harry suspira pensativo hasta que se decide hablar.

-Entonces deja de jugar Louis, solo os estáis haciendo daño. Por cierto, antes de que se me olvide, Eleanor me...

-Harry, nada de Eleanor. Ahora no tío, por favor.

-Abro yo –grita Miranda tras oír el timbre y ver que nadie está dispuesto a moverse.

-¡Buenos días! –saluda animado Niall.

-De buenos no tienen nada –comenta Harry que al oír la voz de su amigo ha ido al salón.

-¡Buenos días! –Dice Miranda fingiendo felicidad tras darle un codazo a Harry por el comentario anterior y esperando que el chico rubio no lo haya oído-. ¿Qué tal?

-Bien, aunque estoy algo hambriento y preferiría haberme quedado más tiempo en la cama.

-Voy a prepararte algo –se ofrece Miranda.

-¿Dónde está Sofía?

-En el salón descansando, ve con ella mientras nosotros te preparamos el desayuno-dice Harry siguiendo a la morena.
Niall se dirige al salón donde ve a Sofía en el sofá dormida y tapada con una manta. Se acerca ella sigilosamente para no despertarla y se sienta a su lado mientras la observa dormir.
 -¿Niall? ¿Ya estás aquí? –pregunta Sofía adormilada.
-Si, acabo de llegar, pero no quería despertarte.
-No pasa nada. Encima te tengo que contar una cosa –de golpe se despierta, se incorpora en el sofá y procura no empezar a llorar.
-Dime, soy todo oídos –Niall al ver que tiembla le agarra las manos intentando tranquilizarla
-Lo que te voy a decir no te va a gustar -dice Sofía con una voz débil.
-¿Qué pasa? –la chica coge aire e intenta continuar.
-Lo que te voy a decir no te lo vas a imaginar porque yo…yo no sé si estoy embarazada.
-¿Qué? –pregunta Niall sin reaccionar a lo que acaba de escuchar.
-No es seguro, me hecho dos pruebas y la primera me ha dado positivo y la otra negativo, me tengo que hacer otra para confirmar si estoy embarazada o no –suelta todo rápido y luego rompe a llorar.

Niall se levanta del sofá y camina nervioso por el salón.
-No estoy, no estamos preparados -dice prácticamente hiperventilando.

-No oigo nada –susurra Harry intentado oír lo que pasa en el salón.

-¿Habrán acabado ya?

-Vamos a ver –propone Miranda no muy segura porque no quiere interrumpir.

-Todos decís que me quiere, el dice que me quiere, pero no deja a Eleanor, ¿Por qué no deja a Eleanor? –pregunta gimoteando mientras Alba se balancea meciéndola para consolarla.

-Está confundido, dale tiempo.

-No quiero darle tiempo, estas cosas se han de tener claras, si te pregunto si quieres a Harry, ¿tienes que pensártelo? –Alba niega con la cabeza. Claro que no se lo tiene que pensar-. Soy idiota, por haberme pillado tanto de la súper estrella del avión, por llorar a todas horas y por estar aquí mientras Niall se enfrenta a algo peor.

Marina se frota los ojos, sorbe con la nariz y se levanta-. Vamos a apoyar a nuestro amigo –Alba sonríe admirando la fortaleza de la chica y ambas bajan al salón.

-¿Preparada para hacerte la siguiente prueba? –Pregunta Alba cuando ella y Marina han bajado con el resto. Sofía suspira, besa a Niall y asiente.

-Vamos haya.

   La espera se hace interminable a pesar de que tan solo son unos minutos los que la chica esta en el baño, pero en el salón todos están nerviosos; Harry no para de mover las piernas, Miranda tamborilea con los dedos sobre la mesa, Louis tiene la cara hundida en sus manos, Marina esta con la mirada perdida, Niall se pasea de un lado para otro y Alba parece que es la única que mantiene la calma.

    Alguien tiene que permanecer cuerdo.

-¿Qué ha salido? –preguntan todos apresurados cuando Sofía sale del baño. Ella está con la cara pálida y sigue temblando.

-Negativo –contesta con una amplia sonrisa-. ¿Ya está?

-Ya esta –confirma Alba-, será un retraso normal, ahora solo te queda esperar.

Niall abraza a Harry y a Louis muy complacido con el resultado.

-Vale, ¿podemos desayunar ahora en condiciones? –Pregunta Marina intentando hacer sonreír al resto-. Tanto estrés me da hambre y un único cola-cao no me sirve.

-Glotona –bromea Harry.
-Hazza y yo hemos preparado un desayuno riquísimo –dice Miranda chocándole los cinco al chico de pelo rizado.

-Yo no me quedo -dice Sofía recogiendo sus cosas-. Necesito descansar, demasiadas emociones en poco tiempo.

Mira fijamente a Niall esperando a que el vuelva al hotel con ella, pero el rubio la despide con un simple gesto de mano y va a la cocina con el resto. Cuando ya están solos confiesa-:

-Iba a dejarla, pero no encontraba el momento, ¿os imagináis que llega a dar positivo?

-Hubiese sido una locura.

-Nada de sexo con ella, nunca más -promete cogiendo un par de galletas.

¡Hasta aquí el cap! Sentimos estar subiendo tan despacio, pero es que encontrar wifi de vacaciones es dificilísimo. Gracias a todas las que nos leéis y comentáis, pero esta vez en especial a fulana.mengana  por no borrar nuestro link y esperar a que volviésemos a publicar después de ese gran parón que hicimos durante el curso (no volverá a pasar, prometido :))y el larguísimo comentario que dejo en la entrada anterior.

Os dejamos un adelanto de lo que viene y esperamos que ¡comentéis!:

-¡Hola Louis! –saluda una voz cantarina al otro lado de la línea telefónica.

-¿Eleanor? –pregunta sorprendido-. ¿Qué hora es allí?

-Ummm déjame pensar, ¿qué hora tienes tu? –silencio.

-Encantada.

-Igualmente, Louis me ha hablado mucho de ti –dice Marina sonriendo burlona ante su propio comentario sarcástico.

-Que se acabo. Llevo queriendo dejarte un tiempo...